jueves, 29 de noviembre de 2007

Reflexión


Nunca nos acordamos hasta que no nos ocurre. Realmente lo de mi pueblo es de vergüenza. Hoy un familiar, ha tenido un problema de salud, y ha tenido que ir a urgencias, al ambulatorio, por llamarlo de alguna manera de mi pueblo.Un persona que no podia ni andar, la han hecho ir porque ellos no pueden salir del centro. Bueno pues al final,los facultativos, han decidido mandarla al hospital de refetencia. 2 Horas más tarde y 3 llamadas al 112, ha llegado la ambulancia..... gracias a dios no es demasiado grave, aún estan en urgencias.
Todo esto viene, porque hace un par de años, la oposición del ayuntamiento de mi pueblo, intento que hubiese una ambulancia permanente en el pueblo. Algo lógico y razonable en el siglo XXI. Pues el gobierno de aquel entonces, voto que no. La sorpresa es que el antiguo alcalde es medico, y alguien como él, debe saber que una atención a tiempo puede salvar la vida a alguien, da igual a quien, hasta a alguien de su familia. Pero ese tipo de cosas no se deben de permitir, y más en un pueblo que va a tener 25000 habitantes en breve.
Alardeaban de puntero, si si, puntero pero de precariedad.

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